El  día  Viernes  06  de  Septiembre,  en  la  Agencia  del  INTA  de  Sáenz  Peña,  se reunieron un grupo de Ing. Agrónomos, matriculados en el Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos del Chaco (CPIACH), con el fin de aportar conceptos sobre la problemática de la semilla de algodón. Pero teniendo claro que hay que avanzar hacia  soluciones  integrales  que  llevan  años  de  estancamiento  del  cultivo  de algodón en la región. 

El  ESTADO  a  través  de  sus  Organismos  de  regulación  y  fiscalización,  detectó que  el  grado  de  contaminación  con  semillas  de  origen  desconocido,  en  las variedades  de  algodón  legalmente  registradas  y  habilitadas  ha  superado  los valores  estándar,  debiendo  descartar  totalmente  algunos  de  los  lotes  semilleros destinados al uso propio o a la opción de renovación de licencia. 

También  se  detectaron  lotes  sembrados  con  variedades  que  contienen  genes no  aprobados  por  las  máximas  autoridades  regulatorias  (CONABIA)  debiendo interdictar dichos campos y obligar a los productores a destruir la semilla de allí obtenida. 

En esta coyuntura el Ingeniero Agrónomo se enfrenta a una disyuntiva ética, de tener que asesorar cultivos que provienen de semillas no autorizadas pero que el productor  las  elije por su notoria superioridad en performance y respuesta a las  condiciones  de  nuestro  ambiente,  máxime  en  un  año  en  que  las condiciones  ambientales  le  jugaron  una  mala  pasada  a  la  producción  y  los materiales  genéticos  demostraron  su  diferencial  de  comportamiento  frente  a  las mismas. 

El  CPIACH  propone  que  los  Organismos  del  Estado  Responsables  de  la Fiscalización y Control junto a los representantes y entidades que nuclean a los productores,  logren  llegar  a  un  rápido  acuerdo  para  abordar  una  solución inmediata ante la realidad de una nueva campaña en ciernes, y con estrategias a  largo  plazo  para  superar  el  atraso  tecnológico  de  las  variedades  de  algodón registradas  y  habilitadas  actualmente,  de  manera  de  proteger  la  sustentabilidad de la cadena de valor del cultivo de algodón. Comprometiéndose el ESTADO y TODOS  LAS  PARTES  a  una  mayor  y  mejor  Fiscalización  de  cada  uno  de  los eslabones  de  la  cadena  de  valor  del  textil,  con  el  objetivo  de  obtener trazabilidad certificada y sobre todo sustentabilidad para la región Chaqueña. 

Hace cinco años atrás en la ciudad de Villa Ángela, en forma simultánea con la celebración de nuestras Jornadas Agronómicas, dimos el puntapié inicial, al invitar  a  todos  los  integrantes  de  la  cadena  algodonera  de  las  diferentes provincias,  a  conversar,  conocernos  e  integrar,  pensando  en  la  futura conformación de una Asociación de la Cadena Algodonera, darle una vida que sobrepase  la  coyuntura  del  picudo  y  la  semilla  de  algodón,  para  ver  la integralidad de los problemas y como hacemos para empujar todos para el mismo lado, mirando hacia el futuro de la región y el país. La creación de la Asociación de Productores Algodoneros, de reciente formación es una muestra. 

La semilla es una caja de tecnología, el uso correcto y la interpretación de la misma puede contribuir a mejorar la productividad y bajar los costos. Deberían sentarse a negociar las autoridades nacionales con la empresa propietaria del evento por ahora ilegal a los fines de encontrar una posibilidad de solución. Sin embargo  para  lograr  este  objetivo,  se  requiere  del  compromiso  de  todo  el sector: productor, semilleros, asesores, gobiernos, instituciones y prestadores de servicio, para que la difusión de semillas y tecnologías forme parte de un proceso planificado y ordenado. 

La  PROPUESTA  del  Consejo  Profesional  de  Ingenieros  Agrónomos  de  la Provincia del Chaco es llegar a la trazabilidad de toda la cadena del cultivo, con Buenas Prácticas Agrícolas de por medio. El INTA ya ha hecho camino en esto, tiene mucho escrito con el PROCALGODON. Hay que tener la decisión política y el compromiso de TODOS para empezar a ponerlo en práctica. 

Hay que cuidar el Ambiente y exigir que se cumplan las pautas de manejo del cultivo, mediante certificaciones o Registro de Tareas.